Stone Joint Sealant depende de su capacidad para mantener las propiedades necesarias para funcionar en la junta

La longevidad de un sellador depende de su capacidad para mantener las propiedades necesarias para funcionar en la junta. Esas propiedades incluyen adhesión, fuerza cohesiva y módulo.

Hay muchos factores a considerar al elegir un sellador para un diseño de junta específico. Primero, ¿coincide la capacidad de movimiento del sellador con los requisitos de diseño para las condiciones de instalación? Luego, están las propiedades físicas y químicas del sellador, como el módulo de elasticidad, la recuperación de tensión/deformación, la resistencia al desgarro, la resistencia a la fatiga y más.

Para funcionar según lo previsto, los selladores deben poder deformarse y permanecer en su lugar mientras el edificio se mueve. El diseño debe incluir pruebas y especificaciones que establezcan la capacidad del sellador para manejar el movimiento y no experimentar fallas adhesivas o cohesivas durante un período de tiempo aceptable.

Generalmente, el factor de forma (ancho medio versus profundidad media) del sellador juega un papel importante en esta capacidad. Los selladores con perfiles más anchos y menos profundos tienden a estirarse más fácilmente cuando se someten a movimiento y se puede esperar que tengan una vida útil más prolongada que las configuraciones de selladores más angostos y profundos.

La preparación adecuada de la superficie es esencial para maximizar la unión entre el sellador y la mampostería de concreto. Seguir las recomendaciones del fabricante del sellador para la limpieza y/o imprimación puede minimizar las fallas de adhesión.

La mayoría de las instalaciones de piedra y mampostería están sujetas a movimiento, ya sea por expansión y contracción térmica o por movimientos estructurales dentro de la pared. Hay disponible una amplia gama de materiales para ayudar a controlar este movimiento. La selección del sellador de juntas adecuado para una aplicación en particular requiere la consideración de las especificaciones del proyecto.

Algunos factores a considerar incluyen la capacidad del sellador para resistir la abrasión, la corrosión, la penetración de agua y la exposición química. Los especificadores también pueden querer considerar la clasificación contra incendios o la clasificación acústica del sellador, la disponibilidad de diferentes colores o la facilidad de limpieza después de la instalación.